Marta Orellana vuelve a cumplir un rol de pionera. La primera sanjuanina que participó en unos Juegos Olímpicos -en la prueba de 800 metros llanos de atletismo- y que se sumó al plantel de fútbol de River Plate (ambos acontecimientos en 1996) hoy integra la primera dupla femenina de un cuerpo técnico, que disputará la final de la Copa de Campeones, pero sin haber colgado aún los botines.
Junto a Jésica Peláez -también jugadora y entrenadora- encabeza este proyecto en Sportivo Del Carril, el elenco de San Martín que jugará el partido por el trofeo este sábado a partir de las 17 en cancha de Peñaflor, frente a Juventud. Y si bien ya el balance es positivo, también muestra en el principio de la charla con La Excusa Deportiva que sus ambiciones siguen intactas: “A mí no me gusta participar. Si es a participar, directamente no voy, yo voy a ganar. Y estamos logrando que las chicas de Del Carril estén donde queríamos, aunque falta un paso más”.
En su tercera temporada en el equipo sanmartiniano, Marta destacó que el plantel está conformado, a excepción de un refuerzo de San Cayetano, por jugadoras del semillero. “Prácticamente empezamos de cero, hubo que trabajar tipo escuelita para poder enseñarles a jugar y a ubicarse en la cancha y se fue dando. Son todas chicas jóvenes, entre 15 y 21 años. Hoy tienen un gran futuro”.
La Orellana entrenadora todavía convive con la delantera que jugó hasta ahora todos los minutos del actual torneo. ¿Quién hace los cambios? “Darío Muñoz, el presidente del club (NdR fue jugador del club hasta el año pasado), nos da una mano también en ese sentido. En la cancha, algo de velocidad me queda (risas). Me ha tocado hacer goles, como también me ha tocado no hacer goles, pero siempre digo que me los estoy guardando para la final (risas)”.
Con Juventud, las rivales, se conocen. En la Liga Santaluceña se han ganado respectivamente en finales en las últimas ediciones y ahora les toca enfrentarse en la Copa de Campeonas. Orellana anticipó: “Es un buen rival, al que hay que respetar, pero no tenerle miedo. Ya sabemos cómo es su juego y saben el nuestro. Se reforzaron muy bien, con jugadoras que tienen buena pegada. Pero yo sé que mis chicas no tienen miedo, saben jugar y saben a quién se enfrentan. Nosotras tenemos que atacar, que es lo que mejor hacemos”.
Agradecida con el intendente Andino, quien gestionó un álbum con imágenes de los tiempos en los que se preparaba para los Juegos de Atlanta y en secreto entrenaba en el plantel de futbol de su amado River (un incendio detruyó todos sus recuerdos personales unos años atrás), Marta se prepara para vivir otro momento imborrable en su vida deportiva: “Siempre les comento a las chicas que nosotras antes no tuvimos esta oportunidad. Y faltan cosas, aun no hay igualdad, pero todo el cambio que se ha logrado es un sueño”.